Una contundencia memorizada
Marín, tres veces, Ferreyra y Zeballos hicieron la diferencia frente a un Luqueño semiamateur.
POR JULIO CABALLERO
A pie firme camina Olimpia en el Apertura, batiendo hasta sus propios récords en la puerta del superclásico ante 25 pagantes. Las cosas que se hacen con convencimiento casi nunca salen mal; y ese es el secreto de este grupo que adquirió el sentido de pertenencia hacia la insignia decana, además de la cohesión futbolística que fecha a fecha va perfeccionando. Los números hablan de la contundencia franjeada, 17 goles en cinco partidos, cuatro goleadas y, a pesar de las fisuras defensivas, apenas 2 tantos en contra, muestran también de lo favorecido que le resultó el fixture inicial.
Más allá de ese funcionamiento colectivo que es indispensable para un equipo que pretende el título, misma connotación se ganan las individualidades, que una jugada superficial la convierten en peligrosa. Eso lo demostró ayer con suficiencia Vladimir Marín, quien en un momento estratégico del partido, cuando Luqueño seguía todavía con vida, colocó en el ángulo el balón de una pelota parada y señaló el camino hacia la luz.
El auriazul del uruguayo Sanguinetti solo puso oposición en los primeros diez minutos, en ese intervalo anuló sistemáticamente a Olimpia, generó una acción clara para ponerse adelante, pero luego cayó en la amnesia que sufrió hasta el final.
Tácticamente el franjeado ya memorizó cómo moverse. Miguel Amado y Osmar Molinas se turnan para tirarse arriba, a Robles ya no le quema el balón como en el inicio del torneo, Marín y Ariosa hacen una ruta segura por izquierda, mientras que Zeballos es el delantero que baja a dar una mano en la creación. Con estos argumentos, más la contundencia ya patentada, Olimpia pronto liquidó al endeble Luqueño, con otro gol de Marín y la infaltable marca del “Tanque” Ferreyra.
La complementaria, que casi íntegramente se jugó bajo una copiosa lluvia, ya era simplemente para saber cuántos goles más anotarían los de la franja. Por tercera vez emergió el colombiano Marín, como preámbulo a la concreción de Pablo Zeballos, de penal, falta que el propio goleador la fabricó. Olimpia sigue tumbando rivales y materializando en consecuencia todos los puntos que disputó... y ahora espera más afilado que nunca el momento de enfrentar el desafío más importante: el superclásico.
Marín agrega calidad a la contundencia decana
El franjeado repite tras 18 años un arrollador arranque con 5 triunfos al hilo.
Es un equipo y tiene individualidades desequilibrantes. Así es el nuevo Olimpia 2011 que sumó su quinta victoria consecutiva, mira desde la cima de la tabla a los demás y destroza a sus rivales en cada jornada. Y si mencionamos los 17 goles anotados, solo 2 recibidos y con Pablo Zeballos como goleador del torneo con 6, estamos ante el mejor equipo del Apertura por lejos y ante uno de los mejores arranques del decano en su historia, ya que tras 18 años repite 5 triunfos seguidos.
Ayer, cuando las cosas parecían complicadas en el inicio, emergió toda la variante que tiene este plantel con una soberbia actuación del colombiano Vladimir Marín, quien es el jugador distinto en el engranaje franjeado, teniendo en cuenta la riqueza que tiene en la pegada. Esa potencia y precisión de la zurda no solo es válida para ejecutar tiros libres y de esquina peligrosos para los rivales, sino que también es capaz de realizar cambios de frentes quirúrgicos, encabezar contragolpes y manejar los tiempos del equipo cuando este lo requiere. En un elenco con generoso despliegue físico, el colombiano es el que pone la calidad técnica necesaria y contagia con esa virtud a jugadores también de buen pie como Zeballos, Amado, Robles, Ariosa y Ramos.
En la víspera, Marín fue letal y contundente a la hora de definir, mostrando una variada gama de repertorios en la puntada final, con pelota parada o acompañando los avances para aparecer sorpresivamente por el segundo palo. Olimpia ya es un equipo y sus figuras comienzan a aparecer como tales en cada fecha.
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ESTADIO DEFENSORES DEL CHACO
Progresiva contundencia
Un equipo se hace al andar y Olimpia lo viene mostrando fecha a fecha. Los rivales desfilan con sus intenciones de dar el gran golpe y terminan inclinados ante la fuerza avasallante de un equipo cuya capacidad de gol crece en progresión aritmética.
EL ANALISISNo para de evolucionar
En las dos primera fechas Olimpia anotó dos goles, en la tercera fueron tres, en la cuarta cuatro y ayer, en la quinta, cinco. Progresión constante, con una cifra común de un gol de diferencia entre una cifra y la siguiente. Matemática pura, que, sin embargo, refleja lo que en lo futbolístico fue mostrando el actual como puntero del certamen, en su aún corta pero arrolladora campaña en el torneo Apertura.
Y siempre la última muestra queda como la más contundente, lo que confirma la constante evolución, perceptible en lo físico, lo técnico y la comprensión colectiva de las ideas.
Luqueño se jugó con la idea de dar un golpe de efecto antes que empezara a calentar la maquinaria franjeada. Y lo pudo haber logrado cuando Villagra escapó por la izquierda y le dio a Escalante una buena habilitación, para el tiro final de este que lo controló con solvencia Bobadilla.
Allí acabó toda amenaza contra la secuencia ganadora de Olimpia, que empezó a acumular posibilidades hasta que se generó un tiro libre indirecto al borde del área, por una discutible decisión del árbitro Cáceres, cuando el zaguero Maldonado rechazó una pelota alta, con Marín saltando en las cercanías.
Entre Vladimir y Zeballos armaron la estrategia, que se selló con el tiro suave del colombiano sobre la barrera, para empezar a escribir su primera gran página con la casaca franjeada.
Golazo de Marín, superando la barrera y al portero. Fue un tiro indirecto, en el que Zeballos le acomodó el balón.
No demoró en llegar el segundo cuando Zeballos desbordó por izquierda y con Ferreyra arrastrando marcas, Marín quedó con la libertad para colocar otra vez la pelota en el arco auriazul. Y antes del final del primer tiempo se produjo el último gol “seco” del partido, cuando Marín condujo un contragolpe que finalizó Ferreyra.
El tercer gol de Olimpia fue de Ferreyra, con este tiro de zurda, que pasó debajo de la estirada del portero uruguayo Martínez, al que le hicieron trece goles en cinco partidos.
Ya con lluvia, la suerte luqueña no cambió. Marín continuó la fiesta al tomar otra habilitación de Zeballos, que se desvió levemente en Cano y se cerró la serie con el infaltable aporte de Pablo, que marcó el penal que a él mismo le cometieron.
Vladimir Marín se lleva la pelota como un premio temporal, tras anotar su tercer gol, el cuarto para Olimpia en la goleada, mientras recibe la felicitación de Juan Carlos Ferreyra, quien marcó también y no fue de penal.
Ferreyra con un golpe en la rodilla
El delantero Juan Carlos Ferreyra fue sustituido ayer al minuto 76 por un golpe que recibió en la rodilla izquierda, según lo confirmó el preparador físico Juan Carlos de León, pero al mismo tiempo señaló que no es de consideración y que el mismo jugador estará listo para el clásico.
Nery Pumpido rescató las alternativas que tiene su equipo para llegar al ataque: “El equipo está mejor parado. Llegan (equipo) al gol de dos o tres maneras distintas. Rotando muchas veces el balón”.
Pumpido reconoció que “hay algunas cosas de los primeros minutos que tuvimos que arreglar. A partir de los 10 ó 15 minutos ya nos pudimos asentar en el partido”.
Mientras tanto, el goleador de la noche, Vladimir Marín, indicó: “Hoy me tocó marcar a mí, pero lo importante es que el equipo ganó”, sostuvo el colombiano.
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Demolió al rival
Ya llega a su quinta victoria obviamente. Esta vez, ampliando en su número y poniendo al borde del colapso a su propia hinchada. Ni Luqueño como tampoco la lluvia pudieron poner freno a esta maquinaria olimpista, que vuelve a recuperar una identidad otrora en su historial, la de aquellas fiestas memorables de goles y contundencia.
Su voracidad fue implacable. Hasta se podría creer que está logrando una cronométrica efectividad, con la forma en que está marcando la diferencia, pulverizando a sus adversarios. No pasa del primer cuarto de hora para aplicar su primer gol; de ahí en ocho minutos para aumentar su obra goleadora y cerrar, a minutos del final de la primera etapa, el tercer golpe artero.
Olimpia deja muy poco margen -ya es una costumbre- para la vivencia plena de otro acontecimiento resaltante para la complementaria. Es que su paso es fulminante antes de llegar de ir a la segunda parte de cada historia que tiene ante sus adversarios de turno. Hoy el Decano "mata" a cualquiera en una sola parte de cada partido y deja cada segunda parte para la diversión y el sarao de su gente.
UNA LEVE AMENAZA. Pese a sus problemas de internismo fuerte y por lo escuálido e irregular caminar del equipo, Luqueño puso en una comprometida situación al franjeado en los primeros diez minutos del partido. Los auriazules tuvieron una posibilidad muy clara para pasar al frente, pero el remate final de Sergio Escalante fue en dirección de la humanidad de Aldo Bobadilla.
Fue muy efímera esa rebeldía luqueña, porque después del primer gol, en la jornada pletórica de goles de Vladimir Marín, no es que cayó la estantería auriazul, sino porque Olimpia ya se puso serio en el terreno y fue aplicando implacablemente su esquema y sus armas como para demoler al escuálido adversario.
NO QUEDA DORMIDO. Desde el mismo momento en que Olimpia cerró el primer tiempo con una goleada, la presunción de muchos estaba en que los jugadores se llamarían a descanso, pero no, siguieron jugando como si tenían mucho todavía que lidiar para cerrar la cuenta.
Y los franjeados cuidaron el espectáculo, porque ni con la lluvia encima se dieron los brazos a torcer. Vladimir Marín completó su tripleta y hasta Zeballos dejó su marca a través del tiro penal.
Hasta aquí, Olimpia muy bien y su ambición es superar el clásico a como dé lugar.
OLIMPIA SIGUE SU RAUDA MARCHA EN EL TORNEO Y SUMA SU QUINTA VICTORIA AL HILO.
CON 3 GOLES, VLADIMIR MARÍN SE SUMA A LOS ARTILLEROS FERREYRA Y ZEBALLOS.
VLADIMIR MARÍN
Figura descollante, sin lugar a dudas. Si en la fecha pasada ya tuvo una excelente actuación, sin llegar a convertir, en esta oportunidad ante Sportivo Luqueño hizo tres y, además, se distinguió por su asociación con sus compañeros para otra jornada llena de luces y goles.
El primer hat trick
El colombiano Vladimir Marín, quien marcó su primer hat trick en Paraguay, resaltó la unidad del plantel decano.
Comentó que Luqueño estaba complicando "pero luego fuimos contundentes. Lo importante fue tener paciencia y ser efectivo y contundente". Sobre su momento en el equipo, indicó que llegó para "trabajar duro, de la mejor manera, con la mayor humildad y responsabilidad como hice en todos los equipos que estuve. Gracias a Dios, en Olimpia, en tan poco tiempo hemos conformado un grupo de amigos". Cuando fue consultado sobre la posibilidad de patear el tiro penal, contestó: "En ese sentido soy muy respetuoso, primero está Ferreyra, después Zeballos, en ningún momento pensé en eso".
Se viene el clásico y Marín dijo: "Creo que todos los partidos son sparrings para un clásico, lo importante es que se trabaje bien esta semana y dejar atrás lo que pasó con Luqueño".
VLADIMIR Y SU GOL NÚMERO 37
El colombiano Vladimir Marín realizó ayer su primer hat trick en el fútbol paraguayo. El cafetero suma 37 conquistas en los campeonatos locales. En el 2010, en 20 partidos hizo solamente 3 goles para Libertad, la misma cantidad que convirtió ayer en un solo partido.
Pumpido tiene los pies sobre la tierra
Tras la gran goleada de 5-0 sobre Luqueño, el técnico de Olimpia, Nery Pumpido, analizó el partido y la campaña de su equipo.Valoró el rendimiento, pero aseguró que aún no se ganó nada y que aún están lejos del objetivo. Consultado cómo toma la campaña decana, respondió con un "bien", resaltando que "aún falta mucho. En el inicio estamos bien, estamos contentos, vamos paso a paso, tranquilos, ahora a disfrutar este triunfo y a partir del martes trabajar pensando en el próximo partido".
Luego calificó de "importante" la campaña en la que Olimpia lleva 5 partidos ganados. "Pero aún no hemos logrado nada, recién empezamos, estamos con los pies sobre la tierra y sabemos que la meta es algo muy importante y aún estamos lejos, debemos seguir trabajando", indicó el argentino.
Sobre el desarrollo del juego ante Luqueño, indicó: "Hubo algunas cosas que tuvimos que arreglar de los primeros minutos, pero desde los 15 minutos ya nos asentamos y no hubo más problema. El equipo estuvo bien parado, se llegó al gol tocando muchísimas veces, como en el segundo. Tocando muchas veces le da solidez al equipo".
"Es muy importante la contundencia, aparte de todas las situaciones, es trascendental marcar los goles. Hoy (por ayer) marcó un mediocampista, Marín, aparte de los delanteros y eso también sirve muchísimo", apuntó. "Son importantes las ganas y el empeño que pone cada jugador, no solo los que están dentro, sino la colaboración de todos los que están en el plantel, este es un grupo muy unido que ayuda al rendimiento del equipo", finalizó Pumpido.
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